domingo, 4 de marzo de 2012

El papa es chomskiano

Joseph Ratzinger (Benedicto XVI) y Noam Chomsky no son dos pensadores de los uno espere encontrar coincidencias. Basta recordar que Chomsky es un socialista agnóstico y Ratzinger un conservador cristiano. Sin embargo, en el mensaje del papa para la XL Jornada Mundial de la Paz (1 de enero de 2007) Ratzinger realizó unas afirmaciones que lo acercan sorprendentemente al profesor norteamericano.
Antes de transcribir las palabras del papa, conviene presentar una breve síntesis de las ideas de Chomsky sobre la "gramática universal".
La gramática universal es una teoría linguística que afirma que en nuestro cerebro tenemos inscriptos al nacer unos determinados principios gramaticales comunes a todas las lenguas. Esta serie de reglas sería la que hace posible que los niños aprendan la lengua materna. Quienes sostienen esta teoría tienen el propósito de conseguir abstraer generalizaciones comunes a todos los idiomas, a menudo de la siguiente manera: "Si X es cierto, entonces Y ocurre".
Como se puede observar, esta propuesta vuelve a poner sobre el tapete la antigua discusión sobre si al nacer el cerebro humano es como una "tábula rasa" o si ya venimos genéticamente "programados", aunque sea sólo en principios muy básicos. Y esta cuestión, que podría parecer instrascendente para la vida cotidiana, una aburrida discusión de académicos, cobra relevancia en cuanto se traslada al plano moral. Porque si nuestro cerebro es una "tabula rasa" al nacer, implica que no tendríamos ninguna regla, ningún parámetro, que nos indique que conductas son buenas y cuales son malas; y que esas reglas morales nos son inculcadas más adelante a través de la educación. Por el contrario, si llevamos inscripto en nuestros genes una especie de primeros principios morales, significa que independientemente de su educación y nivel sociocultural, todos los hombres somos capaces de distinguir instintivamente una acción buena de una acción mala.
Vamos ahora al discurso del papa (en rojo se resaltan las coincidencias con la gramática universal de Chomski):

Creación y Redención muestran [...] la clave de lectura que introduce a la comprensión del sentido de nuestra existencia sobre la tierra. Mi venerado predecesor Juan Pablo II, dirigiéndose a la Asamblea General de las Naciones Unidas el 5 de octubre de 1995, dijo que nosotros «no vivimos en un mundo irracional o sin sentido [...], hay una lógica moral que ilumina la existencia humana y hace posible el diálogo entre los hombres y entre los pueblos». La “gramática” trascendente, es decir, el conjunto de reglas de actuación individual y de relación entre las personas en justicia y solidaridad, está inscrita en las conciencias, en las que se refleja el sabio proyecto de Dios. Como he querido reafirmar recientemente, «creemos que en el origen está el Verbo eterno, la Razón y no la Irracionalidad». Por tanto, la paz es también una tarea que a cada uno exige una respuesta personal coherente con el plan divino. El criterio en el que debe inspirarse dicha respuesta no puede ser otro que el respeto de la “gramática” escrita en el corazón del hombre por su divino Creador.

Claro que no es necesario citar a Chomsky para compartir la idea papal; al fin y al cabo, hace ya dos mil años que San Pablo afirmó la existencia de una ley natural inscripta en el corazón de los hombres que nos indica que es lo bueno y que lo malo (Romanos 2, 14-15)

Fuentes: Languaje Log

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