Ya saben mis hermanos y amigotes (¡los únicos que leen este blog!) que siempre me gustaron los gadgets, esos pequeños y novedosos aparatitos que brindan alguna función útil para la oficina o la casa y además entretienen. Como por el ejemplo el iphone, las Pocket PC, los GPS, los pendrives e incluso algunos con tecnología no electrónica, como las navajas suizas, aquellas biromes que tenían entre 6 y 10 colores -de cuando éramos chicos-, los encendedores con forma de revolver, etc. Recuerdo de la infancia que el Tío Eduardo tenía una especie de calculadora científica de Hewlett Packard que se podía programar con unas cintas magnéticas y con mis hermanos estábamos impresionadísimos. Y el Tío Carlitos tenía un reloj con calculadora, cuyos botoncitos eran tán minúsculos que había que usar un alfiler para poder tocarlos. Claro que en aquella época para nosotros la gran diversión "tecnológica" era ir a lo del Tío Eduardo y escribir nuestro nombre en la Olivetti de acero negro (tecleando sólo con el dedo índice, ¡claro!)... Cuando se lo contemos a nuestros sobrinos, ¡los pibes se van a matar de la risa!
En fin, la ciencia y la técnica han ido avanzando y hoy en día hay un montón de aparatitos que brindan funciones muy útiles y que hace unos decenios ni hubiésemos podido soñar. Les presento uno de estos nuevos "gadgets", revolucionario y sorprendente, que con seguridad iniciará una nueva generación de chismes de este tipo y cambiará nuestra vida cotidiana. Con Ustedes, el BOOK:
Yapa:
Un gadget buenísimo: el pendrive del osito!:
P.D.: ¡Gracias a Lisandro por haberme enviado el BOOK!
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