domingo, 16 de noviembre de 2008

Robó, huyó... y se clavó

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ADVERTENCIA: Si es una persona sensible a la sangre, le aconsejamos no ver las fotografías que acompañan a este post.

A sus enemigos los orientales les deseaban "que vivan tiempos interesantes". Hoy en día, cuando nos asalta un maleante, uno lo maldice y le desea algún tipo de daño. "Ojalá que a vos te pase lo mismo" u "Ojalá Dios te la haga pagar" u "Ojalá que te pise un tren" o, más generalmente, "Ojalá sufras". Los más ingeniosos "Ojalá que te humillen públicamente por un feo defecto de nacimiento, te escupan mientras tanto y pierdas la fertilidad por un cancer en los testículos del que te enterarás en ese momento". Los más machistas "Ojalá te acuestes con una mina y no te guste". Los más futboleros "Ojalá que seas hincha de Racing y el próximo campeonato lleguen a la final y pierdan por un gol hecho en el último minuto del tiempo complementario por un penal mal cobrado". Los más malvados "Que tu vida esté constantemente atravesada por demandas de abogados". Los más maricones "Ojalá te acuestes con una mujer y te guste". Los más fashion "Ojalá el día de tu Boda se arruine tu ropa unos minutos antes de la ceremonia por haber dejado la plancha encima".

Y los deseos... a veces se vuelven realidad.

Este año, en la ciudad de East London, en Sudáfrica, un delincuente se vió alcanzado seguramente por una de estas maldiciones. La noche en que intentó robar el Museo de esa metrópoli tuvo la "mala suerte" de no lograr saltar completamente la reja que rodeaba la institución, y cayó justito de cola sobre una de las púas. Casi 30 centímetros de punzante acero se clavaron a través de su ano, destrozando el recto, intestinos y músculos perineales. Hasta es difícil imaginar como fue el salto para que haya quedado en esa posición. Pero es cierto, y las fotos que posteo debajo lo muestran. No se sabe exactamente cuanto tiempo estuvo desangrándose en esa horrorosa situación, pero cuando un automovilista que pasaba por allí escuchó sus gritos llamó a la policía y esta arribó al lugar con los bomberos, que tuvieron que cortar el fierro incrustado en el traste del maleante y lo llevaron a un Hospital.

(Vía: DispachtOnline y Wacky Archives)

Debajo, un video de cómo los bomberos tuvieron que cortar el acero con una sierra para liberar al ladrón empalado.






"¿Qué es la vida? Un frenesí.

¿Qué es la vida? Una ilusión,

una sombra, una ficción,

y el mayor bien es pequeño;

que toda la vida es sueño,

y los sueños, sueños son"

(Calderón de la Barca, "La vida es sueño")


1 comentario:

Barriga Negra dijo...

El tipo se rompió el culo robando y, encima, se burlan de él.
¡No hay derecho!