En Estados Unidos una mujer se casó con ella misma. Según los medios que difundieron la noticia, quería celebrar el hecho de haber comprendido que sólo se necesitaba a ella misma para ser feliz.
"Yo, Nadine, prometo vivir mi propia vida y disfrutar para siempre el amor con mi hermoso ser", leyó en marzo pasado una mujer de Dakota del Norte, EE.UU., en nada menos que su propia ceremonia de matrimonio... con ella misma.
Su nombre es Nadine Schweigert, tiene 36 años, y en su país se hizo conocida, luego de ser entrevistada en televisión, acerca de su peculiar ceremonia.
Según señaló al programa del periodista Anderson Cooper, hace seis años atrás, Nadine era una mujer con sobrepeso, que fumaba y escapaba de sus programas saliendo por ahí, bebiendo alcohol . Esta situación se generó cuando vivió un divorcio que terminó con sus dos hijos decidiéndose por vivir con su padre, en vez de con ella.
Pero la mujer, que actualmente trabaja como profesora de yoga, mejoró con el tiempo, a tal nivel que asegura, quiso celebrar el progreso que ha hecho con su vida.
La idea partió por un amigo, tal como lo explicó Schweigert por televisión. "Yo estaba esperando que llegara alguien para ser feliz. En ese momento, un amigo me dijo: '¿Por qué necesitas que alguien se case contigo para ser feliz? Cásate tú contigo' ", comentó, agregando: "Comencé a descubrir que ese amor que necesitaba estaba aquí (apunta su pecho). Nadie más me lo puede dar".
Dicho y hecho, la mujer les comunicó su idea a sus amistades más cercanas, hace un año, pero la reacción de varias de ellas que lo consideraron raro, desalentó a Nadine. Pero no se dio por vencida, y en marzo pasado, logró convencer a algunas amigas que la ayudaran con los preparativos.
Vestida de azul y frente a 40 personas, entre amistades y familiares que le entregaron su regalo de matrimonio correspondiente, intercambio anillos con su "novio interno" y llevó a cabo la ceremonia . "Fue algo muy lindo (...) Estaba yo, de pie, comprendiendo que soy responsable de mi felicidad", señalo la mujer.
En la entrevista, el programa la siguió en una de sus "citas", en las que Nadine sale sola como una forma de invertir tiempo en su relación con ella misma. "Ha pasado un tiempo desde que mi esposa y yo no salimos", comentó la profesora de yoga mientras se arreglaba frente a un espejo. Antes de partir a un restaurante, contempló su imagen y comentó: "Diviértete amor, te amo" .
¿Desilusión del género masculino o rebeldía?
Nadine no ha sido la única. Chen Wei-yih tenía 30 en 2010, el año que decidió casarse con ella misma.
La oficinista de Taipei contrató un salón de eventos y hasta un wedding planner para la ceremonia -realizada el 6 de noviembre- que contó con la presencia de 30 invitados, un vestido blanco y un largo velo.
"Treinta años es una edad óptima para mí. Mi trabajo y experiencia están excelentes, pero no he encontrado una pareja aún, así que, ¿qué puedo hacer?, comentó en ese entonces a la prensa, explicando que con este gesto quería instaurar una idea nueva dentro de los más tradicionales cánones taiwaneses que podrían considerar a una mujer adulta, una fracasada por el hecho de no estar casada.
"Tenemos que amarnos a nosotras mismas antes de amar a los demás", escribió en esos días en su página de Facebook, donde también subió una serie de fotografías de ella con su flamante vestido de novia.
Como luna de miel, planeaba irse a Australia.
(Fuente: Diario de Cuyo)
¡Pobre Mujer! ¡Qué confundida está!
Es cierto que la felicidad está dentro de uno mismo, pero el matrimonio es una cosa que es en esencia una "relación" y para eso son necesarios dos (por lo menos!). Lo explica mejor que yo Leopoldo Marechal en su célebre soneto "Del amor navegante":
Porque no está el Amado en el Amante
Ni el Amante reposa en el Amado,
Tiende Amor su velamen castigado
Y afronta el ceño de la mar tonante.
Llora el Amor en su navío errante
Y a la tormenta libra su cuidado,
Porque son dos: Amante desterrado
Y Amado con perfil de navegante.
Si fuesen uno, Amor, no existiría
Ni llanto ni bajel ni lejanía,
Sino la beatitud de la azucena.
¡Oh amor sin remo, en la Unidad gozosa!
¡Oh círculo apretado de la rosa!
Con el número Dos nace la pena.
lunes, 11 de junio de 2012
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