Amigos de TDM, con profundo horror nos enteramos que el Poder ahora ¡quiere prohibir la sal!
¡La sal!, que es lo que le da gusto a las comidas, lo que realza su sabor, ¡lo que le pone ese toque tan sabroso!
Además quieren que los panaderos ¡le pongan menos sal al pan! ¡Esto es inaudito! Pronto van a ordenar que comamos pan sin sal.
Amigos, ¡llegó la hora de rebelarnos! Si queda alguien valiente en este pueblo de corderos, lo llamamos a unirse para detener ese imperialismo moral. Me refiero a esa forma de ver la vida política como una serie de mecanismos para imponer a los demás lo que los poderosos consideran que es bueno para nosotros. Ellos dijeron: "fumar es malo, así que vamos a prohibirles fumar"; también dijeron: "la democracia es buena, así que vamos a imponerla por la fuerza en los países de medio oriente", y allá fueron con sus ametralladoras; ahora dicen: "la sal les hace mal, así que se las vamos a quitar"; ¿qué nos van a prohibir mañana?
Y tengan por seguro que mañana nos prohibirán cualquier otra cosa que consideren que nos haga mal: el vino, la cerveza, los chinchulines, la literatura de evasión, los juegos de rol, la religión (claro que revestirán la medida con argumentos que le den una pátina de razonabilidad; que siempre es fácil inventar argumentos o si no copiarlos de otros, pues ya hay gente que se opone a todas esas cosas). Es como en la poesía de Martin Niemöller que dice algo así como "Primero vinieron por los comunistas, pero yo no me preocupé, porque yo no era comunista / Después encarcelaron a los sindicalistas, pero yo no me preocupé, porque yo no era sindicalista / Mas tarde se llevaron a los judíos, pero yo no me preocupé, porque yo no era judío / Ahora están tocando a mi puerta, y no hay nadie que se preocupe". Cuando prohibieron el cigarrillo no te preocupaste, porque vos no fumabas, cuando mataron civiles musulmanes para imponer la democracia vos no te preocupaste, porque vos no sos musulmán, ahora prohiben la sal y vos no te preocupás, porque sos hipertenso; pero TE ASEGURO que dentro de un tiempo -corto o largo- VAN A VENIR POR VOS a imponerte por la fuerza sus criterios de lo que te hace bien y lo que te hace mal.
Pueden reirse ahora, pueden llamarme exagerado, pero en Mar del Plata ya les están exigiendo a los restoranes que tengan saleros con "sal sin sodio" (o sea sal sin sal); en la Ciudad de Buenos Aires la ley 1906 obliga a los bares a preparar comidas sin sal, sin azucar y sin grasa; en Chile prohibirán a partir del mes que viene que se vendan papas fritas y otras "comida chatarra" en los colegios; en Francia prohiben desde hace unos meses que las mujeres musulmanes usen su religioso "velo"; en Israel prohíben a los palestinos conmemorar su exilio; en Venezuela rige una ley que prohibe los videojuegos de temática bélica (¡adiós "Call of Duty"!); y en EE.UU. hasta prohibieron la venta de "sales de baño".
2 comentarios:
Me parece perfecto, la sal es mala para cualquiera, ahora te reirás porque no tenés hipertensión pero si ingerís elevados niveles de sodio tarde o temprano vas a tener hipertensión. Lo de Francia está bien, si son musulmanes vallanse a países con religión musulmana, en Francia tienen otra religión y están en todo su derecho de imponer condiciones. Venezuela no es un ejemplo de nada, Chávez es un enfermo mental casi asimimable a nuestro Kirchnerismo. Sds ! Rodrigo
Que poco pluralista, Rodrigo.
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