Dicen que ronca mucho

Raúl Castells estuvo reclamando por el pago de becas, planes sociales y alimentos, durmiendo una siestita en un bingo de La Plata.

Sin duda, el Maestro —no podemos llamarlo de otra manera— nos sigue enseñando el camino más eficaz hacia la justa distribución de la riqueza.

Sus dectractores remarcan con cierta liviandad que sus ronquidos son muy fuertes. Desconocen que éstos corporizan la expresión de la furia de los sectores más desposeídos, que Castells capta y traduce en sonidos.

Y les digo más, Hermione, Hércules y público en general, me voy a luchar un poco por el bien del país y de los que menos tienen...