sábado, 25 de octubre de 2008

La gárgola de Darth Vather


Las antigüas catedrales europeas fueron adornadas con numerosas figuras a lo largo y alto de sus fachadas. Muchas veces representaban extrañas criaturas míticas o demoníacas. Por su origen como adorno de los canalones por dónde evacuaba el agua de lluvia, se las llamó "Gárgolas" (que viene del griego γαργαρίζω, o sea "hacer gárgaras", porque ese es más o menos el ruido que hace el agua cuando se escurre por esos desagües). Muy famosas son las gárgolas de Notre Dame, en París, por ejemplo (foto de la derecha). (A decir verdad, siempre me impresionó que en los templos para adorar a Dios hubiese esculturas horripilantes).

Los norteamericanos, que como todo el mundo sabe son unos brutos, quisieron tener también gárgolas en su Catedral Nacional en Whasington. Buscaron entonces en su mitología una figura maligna que a la vez sea un ícono de grandes y niños. ¿Y a quien encontraron? ¡A Darth Vather!

Increible, ¿verdad?

P.D.: Ciertamente la gárgola de Darth Vather es más "divertida" que los monstruos demoníacos de las catedrales europeas... pero me pregunto si es adecuada para adornar un Templo de Dios.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Muchas cosas se dicen sobre las gárgolas, y sumando a lo que Ud. informó, comento que se vinculan al dualismo entre el bien y el mal; el primero cobijado dentro de la Iglesia, evocando lo celestial, y el seguro, representado por ellas, quiénes recuerdan que el mal acecha en el mundo terrenal. Otros dicen que son guardianes de nuestra Fé, que alejan al mal del suelo santo.

Ambas explicaciones parecen aceptables, cosa que no ocurre con los baratos norteamericanos, puesto que Vather se pasa al bando oscuro por caprichoso, llorón, resentido y descorazonado. ¿Sucedería lo mismo con nuestro ícono, "macho argentino"?
Yo prefiero a las gárgolas europeas, puesto que al menos tienen claro que son seres malignos (si hay que ser malo, que sea con todas las letras), y no tienen un ánimo volátil, cual pluma al viento...

Delfos

Hercules dijo...

Estimada Delfos,

Las campeonas del ánimo volatil, mudable cual pluma al viento, son las Hijas de Eva; y en eso no le llegan ni a los tobillos (hermosos, por cierto) los caballeros Jedi vueltos al lado oscuro.

Anónimo dijo...

Con sumo respeto distingo: el ánimo del hombre es estable en cuanto al objetivo, pero mudable en demasía respecto al tobillo pretendido.

Hercules dijo...

¡Calumnias!
Solo los tobillos sensuales nos gustan. Los que saben lucirse en tacos altos, ajustarse a una pulsera, enfundarse en cuero, sugerir una tentación, prometer un pecado.