jueves, 23 de octubre de 2008

El arte contemporáneo apesta


Este fin de semana fui al MALBA (Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires). En la sala de arte contemporáneo se exponía “Mercado”, una “intervención en el espacio”, según informaba la folletería, que “remite a la idea de un mercado tradicional de frutas y verduras”. A poco caminar me encontré con una pila de platos sucios que supuse sería la secuela de un asadito que se habrían mangiado los artistas. Pero no, ¡se trataba de una de las obras en exposición! Más que impactado por semejante muestra del arte contemporáneo le saqué la foto que ven arriba para compartirla con Uds. (mil disculpas).
¿Eso es arte?...¡Déjense de joder! ¡Estéticamente es una bosta! No quiero ofender a los artistas en particular que perpetraron esta obra, por eso no voy a dar los nombres. Pero este es un botón de muestra que señala por dónde va el arte moderno. ¡Se va para el lado de los tomates! En el caso de la exposición del MALBA, tomates, lechuga, cebolla y remolacha. 
Si eso es arte, voy a armar una exposición en casa, donde tengo pilas de platos sucios mucho, pero MUCHO, mejores. Mas sucias, con más colorido, con mas restitos y hasta con algunos gusanitos que empiezan a crecer en el moho y le dan un toque vital a la cosa.
Alguno podrá decir que como no soy “artista plástico” ni “crítico de arte” no puedo percibir la belleza de esa pila de platos. Les contestaría que el arte lo tiene que poder entender y apreciar cualquiera; que el verdadero arte le llega al corazón y a la inteligencia de cualquier persona sin que sea necesario haber estudiado una carrera universitaria ni poseer una sensibilidad especial.
Esto confirma mi hipótesis sobre la cultura actual: hace rato que estamos flotando en una letrina… ¡y alguien tiró de la cadena!


4 comentarios:

Paula dijo...

Yo fui la semana pasada y me alucinó la que había arriba: un tipo había llenado el piso de una de las salas de exposición con más de 400 kg. de caramelos!!
Pero no caramelos "obradearte" de esos que están para mirarse y nada más: podías agarrar uno y comértelo, pero como la gente es medio marmotonta, ni se avivaba, miraba y se iba, salvo una señora MUY ESTUPIDA que agarró el rollo del poster de nosequégadorcha que había comprado abajo y se puso a revolver los caramelos (onda "arte! arte! arte!") como si se tratara de una olla, hasta que la minita de seguridad la sacó cagando.

Yo me fui a casa comiendo un caramelo, y con otro caramelo en el bolsillo para una amiga que es pintora.
De frutilla, los caramelos.

Hercules dijo...

¡Yo también me comí uno!
Pero, reconozcamosló, aunque sea divertido (y hasta ingenioso para una fiesta de cumpleaños si querés), no es ninguna genialidad "artística" tirar en el piso 400 kg. de caramelos.

Paula dijo...

Depende lo que consideres "arte".
Si "arte" es un cuadro, obviamente no.
Si lo pensás como un proceso, por ahí sí.

Anónimo dijo...

Sí, apesta. Aguante el clacisismo.