viernes, 19 de septiembre de 2008

Faltan a la escuela porque le tienen miedo a un "fantasma"


La mente infantil es fértil -y a veces hasta febril- tierra para criaturas extrañas y mounstrosas. Los chicos tienen mucha imaginación. Y más cuando les conviene. ¡Te digo más!, si se trata de inventar excusas para no ir a la Escuela, un niño es más creativo que un físico nuclear o una señorita que no desea aceptar una invitación a cenar (y en este último rubro puedo decir que he escuchado cosas muy creativas).

Es por demás lógico: cualquiero niño sano odia la Escuela.

Este año los chicos de Ceres, en la Provincia de Santa Fe, se inventaron una linda excusa para no ir al colegio: no pueden porque hay un fantasma que los asusta. Desde luego, la directora de la institución -siempre maligna en el imaginario infantil- negó rotundamente la existencia de tal ente. Pero los niños replicaron que si ella no lo vio es porque el fantasma es transparente, como cualquier persona sabe y es de todo sentido común.

En una entrevista radial por F.M. 100.1 Radio Libertad la preocupada madre de una niña de cuarto grado dijo que su hija le contó "que vio una niña vestida de blanco colgada de una cuerda con sangre en sus ropas"; y que también relató que "los grifos de las canillas se abren solos y las puertas se abren y cierran sin impulso humano". Espeluznante.

(Vía: El Litoral)

P.D.: Digo yo, ¿y si el fantasma quería estudiar? ¿Acaso no tiene derecho? ¿No hay derechos humanos de los fantasmas? ¿o derechos fantasmales? ¿o es re-fantasma esto? Y las ONGs, ¿qué hacen al respecto?

P.D.2: Hoy se recibe de veterinario mi hermano José María, de modo que este post es un homenaje a él, que ciertamente inventó durante su infancia las más creativas excusas para no ir al colegio y que de adulto ha desarrollado toda una filosofía en contra de las instituciones educativas. ¡En casa decimos que Quino se inspiró en José cuando creó al personaje de Felipe!

1 comentario:

Barriga Negra dijo...

Creo que estaría muy bien hacer algo por los fantasmas, ya que en Argentina votan hasta los muertos.
(Enseñarles, por ejemplo, Instrucción cívica).